sábado, 15 de marzo de 2014

REIKI Y LA EVOLUCIÓN DEL ALMA

La evolución del Alma

Muchísima gente no tiene claro los asuntos del alma; cómo identificarla, cómo se diferencia del
espíritu o también se preguntan si es la misma cosa alma y espíritu.

Como practicante de Reiki, trato con las energías y he aprendido a distinguirlas. Además de que
trabajando con ellas entras en contacto con el "conocimiento directo", es decir, se abre el
vínculo de conexión con la Fuerza Sustentadora o Espíritu, que te da certezas sobre estos asuntos abstractos.

Ya sé que estoy intentando hablar sobre lo que es practicamente innombrable. Pero me gustaría
transmitir que, trascendiendo la visión y percepción del ser común y corriente, podemos percibir
y sentir -desde la conciencia- más allá del mundo ordinario. Y experimentar que no utilizamos ni
una ínfima parte de nuestras capacidades como seres humanos, sencillamente porque nos hemos olvidado
que, una parte nuestra, es divina.

No basta con creer, con seguir obedientemente unas creencias, hay que ir más allá. Si queremos
evolucionar: tenemos que EXPERIMENTAR, desde la acción impecable. Tenemos que trascender la racionalidad.

Y digamos, para entender la diferencia entre Alma y Espíritu, que los sentimientos y las
emociones revisten el alma que vibra al nivel que palpita el corazón. Pero el alma a su vez,
reviste al espíritu y, ese sí, está libre del dolor y el sufrimiento.

El espíritu es nuestra esencia, que es eterna. No se ve afectada por nada del "yo". El
espíritu nutre a nuestra energía vital con la energía del Universo; es el que mantiene
el vínculo de conexión con el Ser Primordial y Absoluto.

La Conciencia es la puerta de entrada para conectar con el Espíritu.

Él guarda todo lo que por la Memoria no puede ser recordado. Él sabe todo lo que por
la Razón no puede ser sabido.

Los conflictos y crisis que padece el ser humano no son más que la falta de adaptación
que tiene el alma, cuando es débil, que se siente comprimida entre las exigencias de
la Mente-Razón y la nostalgia de lo espiritual -aunque también la crisis se forma por
la resistencia a abandonar lo conocido de su individualidad y trascender hacia la vivencia de unidad- .