lunes, 27 de enero de 2014

ejercicio para mejorar las relaciones


Donna Eden y David Feinstein, su marido desde hace casi 30 años, imparten un programa titulado Las energías del amor que es una maravilla. Es una combinación práctica de la psicología y las energías de las relaciones. “Las energías de una relación son como una mano invisible que hace que dos personas sean felices o desgraciadas, o estén frustradas o contentas. Existen en todo tipo de relaciones: padre/hijo, jefe/empleado, entre amigos y por supuesto en las parejas.”
Las energías del amor nos enseñan a sintonizar y trabajar con estas energías para comprender y mejorar todas nuestras relaciones importantes.
“Una relación comienza con el encuentro de dos energías muy diferentes. Éstas se unen y confluyen en un nuevo campo energético que literalmente no había existido previamente en el planeta. A partir de ahí dependes de ti mismo para averiguar cómo hacerla funcionar. Entre tanto, está unión de energías determina la forma en que nos comunicamos, la forma en que nos peleamos, la forma en la que nos amamos, y en la que queremos que nos amen.”
La comprensión de la psicología y de la energía de las relaciones nos proporciona una forma inmediata para mejorarlas. Para ello, en primer lugar, es importante identificar el estilo energético propio y el de tu pareja/hijo/padre y aprender como salvar las diferencias entre ambos estilos para conseguir más armonía y más amor. Los cuatro estilos son el visual, el tonal o auditivo, el digital y el kinestético. Cada estilo reacciona de forma diferente ante una situación de estrés (una discusión o un conflicto) y a menos que aprendamos a salvar las distancias, estaremos condenados a repetir el ciclo del enfrentamiento que suele terminar con un vencedor y un vencido con el resentimiento y el dolor correspondientes.
David y Donna proponen un protocolo anti-peleas muy efectivo y  muy sencillo:

Donna y David impartiendo Las energías del amor
Cuando veamos que se avecina una bronca, el primer paso es PARAR!!! Nada fácil cuando lo normal es que nos lancemos a la discusión con una pasión desenfrenada y aprovechemos para sacar trapos sucios. Todos sabemos lo poco efectivo que es discutir a ‘brazo partido’ cuando uno o los dos estamos estresados. Así que en lugar de enzarzarnos en la bronca como de costumbre, vamos a hacer lo posible por cambiar nuestra energía con ejercicios como Explotar(3 ó 4 veces)/Cremallera/Conexión, los tres golpeteos, la postura de Wayne Cook, el estirón de coronilla, sostener los puntos neurovasculares, y/o conectar el cielo y la tierra. Con la práctica no necesitarás hacerlos todos y podrás identificar que ejercicios te resultan más efectivos.
El segundo paso es MIRAR con nuevos ojos. Como respuesta a una situación de estrés, nuestro canal sensorial principal nos obliga a luchar contra el enemigo o a huir  de él. Ese enemigo es nuestra pareja o nuestro hijo y afortunadamente podemos aprender a salvar la situación si conseguimos verlo con nuevos ojos. Es obligatorio darse cuenta de que nuestro enemigo no es un estúpido cabezón, ni que te odia, ni que tú tienes razón y él no, etc… Tenemos que prescindir de las suposiciones de siempre y echar un cable al otro lado.
El tercer paso es ESCUCHAR y por medio de la técnica de las preguntas “Quieres decir que …?” acercar posiciones. Es divertido ver a Donna y a David recreando una situación de estrés potencial en la que el marido recrimina a la esposa por que se ha comprado un vestido nuevo y las cuatro reacciones diferentes de Donna.
Según el estilo de cada persona, las estrategias a utilizar son distintas. Yo he aprendido que soy kinestética, aunque creía que era visual, y que las estrategias del estilo visual no me sirven para nada ya que mi fuerza está en conectar con mis emociones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario