Más que al ser humano en general, a esta redonda plateada siempre se le ha
relacionado con lo femenino. En la mitología griega estaba Selene, la diosa de
la Luna, hija de los titanes Hiperión y Tea. Y en lo cotidiano, el Sol se asocia
con el hombre, con una constante luz y la Luna, a pesar de tener sus ciclos
fijos, es variable como ellas… ¡lunáticas!
Le preguntamos al astrólogo Ricardo Villalobos sobre esta conexión y él explica que el universo fluye bajo el poder de los símbolos, que los seres humano somos seres simbólicos y que así como que el 7 es el número que representa la perfección (días de la semana, notas musicales, etc), la Luna y Venus representan a la mujer. En ambas hay algo en común muy particular: sus ciclos (menstruales y fases lunares) tienen 28 días.
El psiquiatra y ginecólogo checoeslovaco Dr. Eugen Jonas, precursor del método Jonas (a través de los ciclos de ovulación se especifica el día de mayor fertilidad en las mujeres), ha sido uno de los defensores de la relación Luna-mujer, tanto que en sus estudios afirma que: “La viabilidad del embrión y hasta el sexo de los hijos dependen en forma decisiva de la posición de la Luna en el momento de la concepción”.
Por otro lado el biorritmólogo norteamericano de la Universidad de Michigan, A. Sollberger dice que los ritmos o ciclos lunares y su vínculo con el ciclo menstrual de las mujeres es pura casualidad. En un estudio hecho por este científico, se observó que la frecuencia de concepciones durante la Luna llena es más alta en poblaciones que la tienen como única fuente de luz por la noche. Sollberger opina que si existiera relación del ciclo menstrual con el lunar, debería manifestarse también en los animales y no es así.
El médico bioenergético Óscar Giraldo dice que, si bien no puede asegurar que la Luna afecte estrictamente al ser humano, sí tiene pacientes que en determinados ciclos tienen distintas reacciones, como mayor dolor en una parte del cuerpo o el aumento de hemorragias.
Médicos generales y psicólogos no dan testimonio sobre este tema que algunos tildan de esotérico, pues no pueden comprobar que estas reacciones en algunos pacientes tengan que ver con la Luna.
Científicos aseguran que hay una relación fuerte entre el planeta Tierra y la Luna, pues además de ser ésta el único satélite natural de nuestro planeta, ejerce sobre él ciertos fenómenos, unos que se han podido explicar, otros que no. Algunos son mitos como el del hombre lobo, de quien se decía tenía una transformación de humano a animal salvaje con luna llena.
Otros no tan ficticios que se han podido evidenciar en la naturaleza son el de las fuertes mareas generadas por la atracción gravitacional entre el planeta y el satélite, la fertilidad en la agricultura (fechas de siembra) y algunas influencias en el ser humano que no han podido comprobarse en su totalidad, como la alteración de su estado de ánimo y hasta el crecimiento del pelo.
Sin tener conclusiones exactas sobre si la Luna afecta a la mujer o no, está claro que sí rige en nuestro calendario, en el arte, en el lenguaje, en la mitología y hasta en la religión y sus representaciones pictóricas. La pregunta es… ¿qué tanto te afecta a ti?
Le preguntamos al astrólogo Ricardo Villalobos sobre esta conexión y él explica que el universo fluye bajo el poder de los símbolos, que los seres humano somos seres simbólicos y que así como que el 7 es el número que representa la perfección (días de la semana, notas musicales, etc), la Luna y Venus representan a la mujer. En ambas hay algo en común muy particular: sus ciclos (menstruales y fases lunares) tienen 28 días.
El psiquiatra y ginecólogo checoeslovaco Dr. Eugen Jonas, precursor del método Jonas (a través de los ciclos de ovulación se especifica el día de mayor fertilidad en las mujeres), ha sido uno de los defensores de la relación Luna-mujer, tanto que en sus estudios afirma que: “La viabilidad del embrión y hasta el sexo de los hijos dependen en forma decisiva de la posición de la Luna en el momento de la concepción”.
Por otro lado el biorritmólogo norteamericano de la Universidad de Michigan, A. Sollberger dice que los ritmos o ciclos lunares y su vínculo con el ciclo menstrual de las mujeres es pura casualidad. En un estudio hecho por este científico, se observó que la frecuencia de concepciones durante la Luna llena es más alta en poblaciones que la tienen como única fuente de luz por la noche. Sollberger opina que si existiera relación del ciclo menstrual con el lunar, debería manifestarse también en los animales y no es así.
El médico bioenergético Óscar Giraldo dice que, si bien no puede asegurar que la Luna afecte estrictamente al ser humano, sí tiene pacientes que en determinados ciclos tienen distintas reacciones, como mayor dolor en una parte del cuerpo o el aumento de hemorragias.
Médicos generales y psicólogos no dan testimonio sobre este tema que algunos tildan de esotérico, pues no pueden comprobar que estas reacciones en algunos pacientes tengan que ver con la Luna.
Científicos aseguran que hay una relación fuerte entre el planeta Tierra y la Luna, pues además de ser ésta el único satélite natural de nuestro planeta, ejerce sobre él ciertos fenómenos, unos que se han podido explicar, otros que no. Algunos son mitos como el del hombre lobo, de quien se decía tenía una transformación de humano a animal salvaje con luna llena.
Otros no tan ficticios que se han podido evidenciar en la naturaleza son el de las fuertes mareas generadas por la atracción gravitacional entre el planeta y el satélite, la fertilidad en la agricultura (fechas de siembra) y algunas influencias en el ser humano que no han podido comprobarse en su totalidad, como la alteración de su estado de ánimo y hasta el crecimiento del pelo.
Sin tener conclusiones exactas sobre si la Luna afecta a la mujer o no, está claro que sí rige en nuestro calendario, en el arte, en el lenguaje, en la mitología y hasta en la religión y sus representaciones pictóricas. La pregunta es… ¿qué tanto te afecta a ti?
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