Un Blog diferente que intenta revivir la historia de las terapias de sanación, sus técnicas, sus luchas, los obstáculos, los Maestros, los consejos, su increible fuerza y también sus limites, atractiva pero complicada a la vez, parece una Gran Dama dificil de someter. !no se hace sanación, se Entra en sanación¡.
lunes, 12 de marzo de 2012
8 TIPS PARA PERDONAR
1- Libérate del pasado
Una de las principales razones para perdonar es dejar partir el pasado de nuestras vidas. No quiero decir con eso que debemos olvidar el pasado, o borrarlo de nuestra mente. Perdonar no significa olvidar, significa recordar sin dolor. Todos tenemos memoria, y las experiencias de vida quedan grabadas en ella, pero cuando perdonamos, rompemos una cadena que nos mantenía atados al pasado, liberándonos del resentimiento y el dolor, dejando el camino despejado para vivir en el presente. “Elijo vivir en el Presente”.
2- Deja partir la víctima
La víctima siempre necesita un victimario, lo atrae. Dejar el rol de víctima, es un paso importante para perdonar. La víctima no está interesada en perdonar, porque sería quitarle el motivo de sus lamentaciones. Reconocer nuestra víctima es comenzar a retomar nuestro poder. La víctima dice: “¿Por qué me pasa eso a mi, tan buena que soy?”, mientras que quien está conectada con su poder dice: “¿Qué tengo que aprender de esta situación?”. Hay una gran diferencia en la forma de enfocar el problema. Así que, a partir de hoy empieza a afirmar: “Yo_________soy una persona poderosa”
3- Renuncia a la crítica y al juicio
Cuando juzgamos a los demás, nos olvidamos por completo de la esencia divina que todo ser humano lleva dentro de sí. Tener compasión no es lo mismo que sentir lástima por los demás, eso es arrogancia. La compasión es comprender que, seguramente la otra persona que cometió un agravio en tu contra, probablemente tuvo una infancia muy dura, o ha sufrido algún tipo de abuso. No sabemos las causas por la cual se ha comportado de esa manera y su situación emocional en ese momento. Eso no significa que tenemos que estar de acuerdo con sus acciones.
4- Libérate de los pensamientos negativos
Según los científicos tenemos 60.000 pensamientos diarios, y la mayoría de ellos se enfocan en lo que no queremos. Hay muchas maneras de “controlar” los pensamientos negativos y la más práctica y sencilla forma de hacerlo es redireccionar los pensamientos en aquello que si queremos. Otra herramienta muy poderosa son las afirmaciones, podemos sustituir un pensamiento negativo por una afirmación positiva, por ejemplo: “Jamás perdonaré a ese muergano…”, es mejor pensar: “Yo________perdono a _________ completa y amorosamente”.
Perdonar es un trabajo de purificación, al decidir hacerlo, nuestros pensamientos se hacen más ligeros.
5- Aprende de las experiencias negativas
En cada situación negativa hay un lado positivo. Recuerden que la pregunta correcta es: ¿Qué tengo que aprender de esa situación? Si logramos entender cuál es la enseñanza, damos un salto cuántico en nuestro proceso de crecimiento personal. Y si no…permaneceremos enganchados con la víctima, y ahí pueden pasar 10, 20, 30, o más años, estancados en nuestra evolución.
6- Permite que los demás tengan la razón
Es mejor ser feliz que tener la razón. ¿Por qué siempre queremos tener la razón? ¿Por qué siempre queremos ganar?
Cuando alguien te diga que el cielo es verde, en vez de pelear o querer imponer tú forma de ver las cosas, porque mejor no evitas la discusión y das la razón al otro. Tú sabes que el cielo es azul, pero lo que no sabes es el motivo por el cual la otra persona hace tal afirmación. Tal vez sea daltónica, tal vez sólo quiera fastidiar. En el momento que das la razón a la otra persona, sus intenciones pierden energía y evitas una discusión. Mi mamá siempre me decía cuando yo era pequeño: “Cuando uno no quiere, dos no pelean.”
Haz el siguiente ejercicio: Ponte de acuerdo con tu esposa o esposo y elije quien empieza. El ejercicio consiste en permitir que el otro tenga la razón durante una semana, luego se cambian. Un ejemplo podría ser el siguiente: “Tú nunca bajas la tapa de la poceta…” -Si, mi amor, es verdad, tienes razón, voy estar más pendiente…
7- Busca tu paz interior
Somos infelices cuando no estamos en paz. Hay muchas maneras de recuperarla: Hacer yoga,
meditar, escuchar música, hacer afirmaciones… Pero hay una que es muy efectiva: PERDONAR. Cuando perdonamos sentimos una sensación de alivio, como si nos hubiéramos quitado una carga de encima. Esta acción produce paz interior, al contrario, el resentimiento, el rencor, nos desconecta de la paz. Si queremos un mundo mejor tenemos que, inevitablemente empezar por nosotros mismos. A continuación dejo este ejemplo de una mujer que ha dedicado su vida a expandir un mensaje de paz:
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“Siempre llevo conmigo mi mensaje de paz: "Este es el camino de la paz: vence al mal con el bien, a la falsedad con la verdad y al odio con el amor". Nada nuevo hay en este mensaje, excepto su práctica. Ponerlo en práctica es necesario, no sólo en la problemática internacional sino también en la personal. Creo que la situación del mundo es un reflejo de nuestra propia inmadurez. Si fuéramos gente madura y armoniosa, la guerra no sería ningún problema: sería imposible”.
8- Reconoce que Eres un ser de Luz
Es muy importante reconocer que eres un ser de luz, un Hijo de Dios, y tu Hermano también. En la Biblia y en otras escrituras dice: Dios es amor y si nosotros somos sus hijos, no podemos ser menos que eso.
Mira a los ojos de los demás, ahí está Dios, no importa lo que sea esa persona, ahí está Dios. Yo sé que en algunos casos es difícil reconocer la luz en el otro, por ejemplo, una persona que ha cometido un crimen, ¿cómo podemos ver algo bueno en esa persona? Aunque ese ser haya cometido errores en su vida, su esencia sigue siendo la misma: un ser de luz, que por circunstancias de la vida tomó un camino “equivocado”, llenándose de oscuridad, no por eso deja de ser un hijo de Dios. Reconocer la luz en los demás es un acto de amor. “Reconozco la luz en ti.”
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