sábado, 3 de marzo de 2012

SIETE MÁNDALAS DE LA SALUD


En la India se acos­tumbra a escribir en el centro del mándala aque­llo que se desea y des­pués de la meditación quemar el dibujo y lan­zar las cenizas al viento, para que el deseo se vea cumplido gracias a la ayuda de los dioses del fuego y del aire. Se pue­de adoptar esta costum­bre o -en caso de no de­sear quemar un mándala diariamente- simplemen­te escribir nuestro deseo en el centro del dibujo y luego guardarlo para vol­verlo a utilizar en otra meditación.

Otro hábito en el Tibet consiste en fijar la vista en el mandala in­tentando no parpadear. Mantener los ojos abier­tos durante largo tiempo lleva a la persona a lagrimear hasta "perder todas sus lágrimas" lue­go de lo cual se consi­dera que el individuo ya se encuentra capacitado para ver el aura de las personas.

Fabricar un pequeño mándala y llevarlo pen­diente del cuello es tam­bién un modo de benefi­ciarnos con la energía positiva de este elemen­to mágico, e incluso de ese modo podemos con­centrarnos observando esta figura en cualquier lugar y en diversos mo­mentos del día.

1. VITALIDAD


Este mándala se vin­cula con una divinidad primordial llamada Tri­pur Bhairavi y su poder reside en comunicar fuerza física a quien experimenta una merma en su energía vital y en sus deseos de vivir. En casos de depresión, in­fecciones prolongadas, anemia, febrículas y problemas en el sistema excretor es recomenda­ble meditar observando esta figura. Cuando existen dificultades ma­teriales y se busca mejo­rar una situación finan­ciera también se debe recurrir a esta figura.

2. APARATO REPRODUCTOR Y URINARIO


La regente de esta figura es una virgen hindú de eternos 16 años, lla­mada Tripur Sundari, cu­ya belleza era capaz de comunicar la alegría de vivir en el mundo. Su contemplación es parti­cularmente recomenda­ble para aquellos que sientan decrecer su po­tencia sexual o hayan perdido el deseo de vivir, las afecciones del apara­to reproductor y urinario también pueden superar­se con la ayuda de esta energía mandálica. Tripur Sundari también per­mite que hombres y mu­jeres recuperen la belleza y la juventud, tanto del cuerpo como de la men­te. En situaciones de agotamiento y estrés es sumamente benéfica, mejora la creatividad y el poder de seducción.

3. SISTEMA DIGESTIVO

La envidia, el orgullo, los celos y cualquier otro sentimiento que provoque sensación de angustia serán positiva­mente superados gracias al trabajo sostenido con este mándala. Represen­ta a la diosa Chinnamasta, enemiga de la igno­rancia espiritual y capaz de favorecer a todos aquellos que buscan tener un dominio seguro y no represivo sobre sus impulsos. Mejora la sa­lud de quienes sufren trastornos digestivos o renales y también la de quienes experimentan con frecuencia dolores de cintura.


4. SISTEMAS RESPIRATORIO Y CIRCULATORIO, DISTURBIOS AFECTIVOS


Kali, la diosa de la muerte y la transforma­ción, rige el dibujo que compone este mándala. Cuando una crisis afec­tiva profunda nos obli­ga a modificar nuestra estructura interna, la observación periódica de este círculo mágico nos ayudará a recupe­rarnos más rápidamen­te. Los trastornos respiratorios y los circulato­rios (en especial las afecciones cardíacas) pueden ser conveniente­mente tratados meditando en esta figura man­dálica. Como este mán­dala actúa sobre el chakra cardíaco, es también positivo cuando resulta necesario recuperar el equilibrio emocional. Elimina confusiones mentales y multiplica la capacidad de seducción.

5. CERVICALES, GARGANTA, PROBLEMAS DE COMUNICACIÓN

Este gráfico es un símbolo esquemático del orden sagrado de la diosa Durga, cuyo nom­bre en sánscrito signifi­ca invencible, debido a su personalidad guerre­ra y poderosa. Trabajar con este mándala mejo­ra la capacidad de to­mar iniciativas y facilita la conquista de objeti­vos concretos, como por ejemplo el buscar trabajo, vivienda, etc. Alivia toda afección vinculada con el cuello, la garganta o los órga­nos del habla y ayuda a comunicarse con los de­más en forma armonio­sa cuando existen desa­venencias o disputas.

6. CABEZA, VISTA, CONFUSIÓN


Cuando las dudas y la confusión se apoderan de la mente, recurrir a la diosa Kamla resulta de gran ayuda para re­cuperar el orden inter­no. Esta divinidad tiene también gobierno sobre los órganos de la cabe­za, en especial la vista y los oídos. Cuando se debe rendir un examen o realizar un trabajo intelectual agotador, me­ditar frente a este mán­dala resulta muy prove­choso. Quien debe de­sarrollarse en un am­biente exterior hostil tam­bién precisará recurrir a Kamla, ya que permite que el individuo se trans­forme a sí mismo, mo­dificando de este modo el entorno.

7. PURIFICACIÓN GENERAL, ALERGIAS, INFECCIONES, CONVALECENCIA, CRISIS DE FE


Este es tal vez el más poderoso de todos los mándalas, ya que repre­senta a la diosa Shri que es la unión del principio femenino (Shakti) y del masculino (Shiva). De­be ser usado con cuida­do, ya que su acción de­purativa es intensa y requiere una previa armonización mediante uno de los seis mándalas an­teriores. Purifica el cuerpo y la mente pero fundamentalmente el es­píritu y por ese motivo devuelve la fe en quie­nes ya no creen en la su­prema bondad del Crea­dor. Las alergias y las infecciones son efecti­vamente combatidas gracias al uso de este mándala y en casos de convalecencia favorece una pronta recuperación de la salud. En sitios donde la energía negati­va es intensa puede ser usado como amuleto.

COMO ELEGIR NUESTRO MÁNDALA

Existen diversas for­mas de elegir el círculo mágico adecuado para meditar.
Una de ellas, si lo que buscamos es recu­perar la salud, será bus­car cuál de los siete mándalas incorporados en esta nota puede me­jorar el órgano o la par­te del cuerpo que está afectada.
Pero ya sea con uno de estos mándalas o con cualquier otro que llegue a nuestras ma­nos, lo fundamental es que nuestra intuición nos indique si es o no adecuado para nosotros.
En primer lugar la fi­gura debe llamar nues­tra atención, de modo tal que nos resulte difí­cil quitar la vista de ella, algunos iniciados definen a esta experien­cia como "fenómeno de caída" ya que la sensa­ción es de estar cayen­do en las profundidades del mandala como si se tratase de un abismo infinito que se abriese a nuestros pies.
En segundo término, iniciada esta supuesta caída, la mente deberá aquietarse, es decir quedar vacía de pensa­mientos y únicamente habitada por la figura mágica.
En último término, al finalizar la meditación, precisamos determinar si el estado alcanzado es o no de profunda paz, ya que de no ser así es posible que todavía no estemos preparados para la energía del mándala que estamos utilizando.
Al contemplar un mándala es fundamental que nos sinta­mos caer en las profundidades de la imagen, como si se tratase de un abismo que se abre a nuestros pies. Para lograrlo, nada mejor que entrecerrar los ojos

VISUALIZAR LA CURACIÓN




Toda enfermedad física responde a un desequilibrio que también afecta la mente, las emociones y el alma; por eso al meditar para tranquilizar los pensamientos y entrar en contacto con la divinidad la sanación orgánica se hace posible. Si bien el simple hecho de meditar unos minutos diarios es de por sí curativo, cuando una enfermedad determinada nos aqueja es muy beneficioso visualizar el órgano o el sector del cuerpo dañado y enviarle rayos de luz blanca para purificarlo, de luz roja para energizarlo o de luz azul en casos de fiebre, inflamación e infección.
La luz verde contribu­ye siempre a la curación física, y la anaranjada actúa sobre aquellas en­fermedades que tienen su origen en el campo espiritual.

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