Como ya hemos comentado en los segmentos anteriores, la ley de la atracción es una poderosa fuerza que rige a nuestro planeta y como cualquier otra de las leyes que se encargan de “administrar” nuestro mundo, está programada de tal manera que nunca falla y no hay forma de escapar de ella.
En este mismo instante todos nosotros estamos sufriendo sus efectos sin darnos cuenta, y es que todo lo que en este momento se encuentra presente en nuestra vida, está ahí debido a nuestros hábitos INCONSCIENTES de atracción.Es decir que debido a la cantidad de concentración que hemos puesto en cada aspecto de nuestra vida, ya sea inclinándonos hacia criticar lo malo o apreciando lo bueno, así serán los resultados que obtendremos en forma de eventos, circunstancias y personas.
Si estudiamos un poco mas a fondo como se desarrolla la vida de los individuos nos daremos cuenta de que la gente atrae aquello en que lo más se concentra, o aquello a lo que más temor tiene.
Por ejemplo, hace algunos años una amiga que es abogada me comentó que en sus estudios de criminalística los investigadores que entrenaban a su equipo les enseñaron que el perfil típico de las víctimas que sufren de asaltos con mayor frecuencia son precisamente quienes viven con el miedo a ser asaltados, quienes voltean hacia todos lados en la calle porque “no vaya a ser que salga de pronto un asaltante”, son aquellos que mas hablan acerca de los asaltos que han sufrido y se regocijan en comentar sus historias a todo aquel que preste oídos.
El anterior es sólo uno de los muchos casos en los que la ley de la atracción deja evidencia de su existencia. Y nosotros estamos acostumbrados a creer que al quejarnos de algo lo hacemos que se aleje de nosotros, cuando es todo lo contrario.
•Al quejarnos de la mala economía estamos añadiendo energía a la realidad de la mala economía.
•Al quejarnos de los asaltos y la inseguridad en nuestro país, también estamos poniendo nuestro granito de arena para asegurarnos de que seamos víctimas de algún asalto en el futuro.
•Cualquier actividad que involucre crítica de alguna situación o persona, empeora la situación o persona a la que estamos criticando
•Cualquier circunstancia a la que tememos, también añade posibilidades de que en un futuro nos suceda.
•Darle vuelta una y otra vez a un problema en nuestra cabeza es igual a decirle al universo que nos mande mas de ello. Y como la ley de la atracción no sabe discernir lo que es bueno o malo para nosotros, únicamente es un sirviente ¡¡Y cree que estamos pidiendo mas!!
Otro ejemplo muy ilustrativo es en el ámbito de las relaciones humanas.
•Al quejarnos de los asaltos y la inseguridad en nuestro país, también estamos poniendo nuestro granito de arena para asegurarnos de que seamos víctimas de algún asalto en el futuro.
•Cualquier actividad que involucre crítica de alguna situación o persona, empeora la situación o persona a la que estamos criticando
•Cualquier circunstancia a la que tememos, también añade posibilidades de que en un futuro nos suceda.
•Darle vuelta una y otra vez a un problema en nuestra cabeza es igual a decirle al universo que nos mande mas de ello. Y como la ley de la atracción no sabe discernir lo que es bueno o malo para nosotros, únicamente es un sirviente ¡¡Y cree que estamos pidiendo mas!!
Otro ejemplo muy ilustrativo es en el ámbito de las relaciones humanas.
Existen muchos casos en los que las personas se divorcian por maltrato psicológico o violencia intra familiar, y después de varios años se encuentran con un nuevo compañero que los trata igual que el anterior.
Estas personas creen que es debido a su mala suerte. Mas bien yo creo que se trata de la ley de la atracción en acción.
*Las personas que se sienten como trapeador, no importa cuantas veces se divorcien o cambien de empleo, siempre atraerán ya sea en un nuevo matrimonio o en un nuevo trabajo precisamente a alguien que las haga sentirse de la manera que es más familiar para ellos (como un trapeador).
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