Todos somos sanadores. ¡Sí, usted
también! Así como estamos vivos y respiramos, todos tenemos el poder y la
habilidad de conectarnos con la energía de vida que logra la sanación. No
necesita entrenamiento, aunque ciertamente puede aprender técnicas y ganar
confianza tomando clases; no necesita certificación, aunque si desea convertirse
en un "sanador" oficial y proveer sus servicios, entonces una certificación se
recomienda. Pero si su deseo es aumentar su habilidad sanadora para usarla en su
propia curación, entonces debe saber que ella está esperando que la tome en
cuenta.
Muchos vamos por la vida buscando
ser sanados por otros, cuando en verdad uno puede sanarse a sí mismo. Corremos a
buscar doctores o sanadores para que nos curen, pero es el cuerpo es el que se
cura a sí mismo con la ayuda de los remedios o asistencia que recibe. Cuando uno
toma pastillas, vitaminas o hierbas, es el cuerpo el que las utiliza para
mejorar. Usted puede estar ingiriendo las mejores comidas, pero su cuerpo debe
ser capaz de utilizarlas para que usted pueda ser sanado. El cuerpo es el que
sabe qué hacer con el calcio, las vitaminas, las enzimas, la energía sanadora...
Si no tuviera esta inteligencia innata, no sabría cómo utilizar estas sustancias
sanadoras que ingerimos.
Las medicinas o los médicos no son
los sanadores... el cuerpo mismo es el sanador. Entonces, la responsabilidad de
causar la sanación recae sobre el verdadero origen de su salud, usted mismo.
Posiblemente se haya sentido inútil en esta tarea, y ni siquiera sabe por dónde
empezar. Un buen paso para iniciar es convencerse a sí mismo de que usted en
efecto puede curarse. Esto implica reprogramar los pensamientos de carencia que
usted arrastra... carencia de auto-estima, de valor propio, de auto-confianza.
Usted puede empezar la re-programación con afirmaciones como
esta:
-
Mi cuerpo se cura a sí mismo y sus células están constantemente dando vida a nuevas células.
-
Cada día, me vuelvo más saludable y feliz (y cualquier otro calificativo que desee aumentan en su vida)
-
Mi cuerpo se cura a sí mismo constantemente, cada día y a cada momento.
-
Cada pequeña célula de mi cuerpo es feliz, cada pequeña célula de mi cuerpo es sana.
-
Estoy conectado con la fuerza de vida, y siempre tengo suficiente energía y vitalidad para ser completamente saludable y feliz.
Practique hablar consigo mismo.
(No, no lo encerrarán por loco). Si tiene miedo de que piensen que es raro,
hable en silencio consigo mismo... Hábleles a las células de su cuerpo. Dígales
que las ama. Dígales que les da permiso de ser saludables. Visualícelas sanas y
vibrantes con fuerza de vida. Mire cómo su cuerpo se llena de esa radiante
energía sanadora. Sienta cómo se esparce desde su cabeza hasta sus pies. Dígase
a sí mismo que se permite ser 100% sano y 100% feliz.
Cómo practicar la autosanación con
imposición de manos :
Usted puede practicarse una
imposición de manos sanadora a sí mismo. Todo lo que necesita es la voluntad de
aceptar que esto es en verdad posible y darse permiso para que la energía Divina
fluya a través de su cuerpo.
Comience por pedir protección
Divina y vease a sí mismo rodeado por luz blanca. Una buena forma de hacerlo es
llenar su corazón de luz blanca y luego dejar que la luz se expanda hasta estar
lleno de esa luz, rodeado de luz en una especie de ovalo. Levante su mano
izquierda, con la palma hacia arriba y pida que la energía sanadora fluya a
través de usted. Imagine a la energía sanadora entrando en su cuerpo a través de
la palma de su mano izquierda. La pude visualizar como luz blanca, energía
verde, o el color que sea más apropiado para usted. Confíe en su intuición y
sentimientos, ya que diferentes situaciones de sanación requerirán distintas
energías, o colores de luz, calidez, etc.
Mientras mantiene su mano
izquierda arriba y permite que la energía Divina entre, coloque su mano derecha,
con la palma hacia abajo, en el área de su cuerpo que necesita sanar. Puede
sentir un calor que entra por su mano izquierda y su palma derecha también se
puede calentar. También puede sentir un efecto vibrante o tembloroso. Es la
energía sanadora moviéndose a través de usted. (Si no siente nada, no se
preocupe. La energía está aún allí -- simplemente aún no es sensitivo a ella)
Relájese y agradezca por la habilidad de ser un canal de esta
energía.
Puede usar esto para aliviar
problemas digestivos, dolor muscular, tensión en los hombros, dolores de cabeza,
estrés, etc. etc. etc. También podría usar este talento Divino para compartirlo
con amigos. Enséñeles a conectarse con esa fuerza. Todos somos sanadores. El
cuerpo fue construido como un mecanismo de autosanación. Cuando se le da la
oportunidad, el cuerpo se sana a sí mismo. Los animales lo saben y por eso
buscan la soledad para reponerse cuando están enfermos. El animal humano
(nosotros) puede hacer lo mismo. Podemos respetarla necesidad de nuestro cuerpo
de una energía de descanso, quietud, ayuno y sanación. Escuche a la pequeña voz
interior que lo guía y le dice qué necesita hacer.
Cuando se sienta enfermo es
aconsejable tomar un tiempo para estar sólo y en silencio, y poder aplicar
energía sanadora a su cuerpo. Después de todo este es el único cuerpo que tiene.
Cuando está apropiadamente conectado con la energía de vida se puede curar a sí
mismo, así que enchúfese a la fuente y sánese.
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